En 2050 se calcula que habrá más plástico que peces, esta es una de las conclusiones que ha hecho el nuevo doctor honoris causa de la Universidad de Lleida (UdL), Damià Barceló Cullerés, director del Instituto Catalán de Investigación del Agua ( ICRA ), en su discurso de investidura. Barceló, doctor en química analítica, ha alertado del volumen de producción y consumo de plástico en el mundo, unas cifras que han empeorado considerablemente a raíz de la COVID-19 por el uso masivo de mascarillas, guantes y material médico, entre otros. «Todos sabemos que la detección del virus se hace por q-PCR pero lo que no sabemos es que cada medida genera 37 gramos de plástico. Así, hasta agosto de 2020 se habían generado 15.000 toneladas de plástico en todo el mundo sólo debidos a los PCRs», ha explicado. La solución para Barceló pasa por eliminar los plásticos desechables, producir plástico más biodegradable, desarrollar más legislación en este ámbito, la implicación de la sociedad y ONGs y repetir muchos programas de vigilancia de microplásticos. Precisamente, serán los programas de vigilancia ambiental con profesionales de diferentes ámbitos (química, ecología, ecotoxicología, hidrología, hidromorfología, etc.) que se renueven con tecnología que permita identificar nuevos contaminantes, como los nanomateriales, el elemento clave para la calidad del agua, sin olvidar sin embargo, la mejora en el tratamiento de aguas residuales, apuntó. «La reutilización del agua es cada vez más importante en todas partes y cada día toma más empuje sobre todo en un escenario de falta de agua». En este sentido, el director del ICRA también se refirió a los efectos negativos del cambio climático, ya que «no todo lo que ocurre en el agua, sobre todo los efectos en los organismos es culpa de la química». La disminución de los caudales de agua por la sequía y el aumento de la temperatura hará que la contaminación en los ríos sea mayor, «sólo por el solo hecho de un efecto de concentración de los contaminantes en el agua». Entre ellos los pesticidas, uno de los compuestos que supone mayor riesgo de toxicidad. En su discurso: Contaminantes y calidad del agua: el reto urgente de una visión global y local , el director del ICRA ha repasado su carrera científica centrada en la identificación y los efectos de nuevos contaminantes y en el evaluación de tecnologías para reducir esta contaminación. Damià Barceló Cullerés, natural de Menàrguens y hermano del escritor Joan Barceló , ha sido apadrinado por el catedrático de Geografía de la UdL, Ramon Batalla , que ha destacado el trabajo conjunto de Barceló con el Grupo de investigación de dinámica fluvial ( RIUS ) de la UdL en proyectos como SCARCE sobre los efectos del cambio climático en los ríos de la Península Ibérica. Ha subrayado su espíritu multidisciplinar: «Gracias a investigadores como él, que han ido a buscar conocimiento hasta las fronteras de su ciencia con otras disciplinas, saliendo de su zona de confort, conocemos mejor sistemas tan complejos como los ríos «, ha dicho Batalla. Profesor investigador del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua del CSIC en Barcelona y profesor también en la Universidad King Saud (Arabia Saudita), Barceló cuenta con el Premio Jaume I de Protección Ambiental (2007), el Premio Internacional Príncipe Sultán Bin Abdulaziz del Agua de Arabia Saudita (2012), y el Premio Ambiental Internacional Recipharm (2012) y es doctor honoris causa por la Universidad de Ioannina (Grecia). Su carrera investigadora se ha centrado en la calidad del agua, particularmente en el desarrollo de métodos para monitorizar la contaminación orgánica de los llamados contaminantes emergentes (plaguicidas, detergentes, disruptores endocrinos, drogas, antibióticos y otros productos farmacéuticos) en aguas de origen natural y residuales, y desde 2010 figura entre los científicos más citados internacionalmente. Éstos son algunos de los rasgos de la carrera profesional que el rector de la UdL, Jaume Puy , ha destacado del nuevo doctor honoris causa. Puy ha alabado no sólo la importancia y solidez de su trabajo analítico, que ha incomodado los intereses de grandes corporaciones «que hacen lo posible por preservar su negocio», sino su vertiente de interés público, como la directiva europea 91/ 271 que obligó a tratar las aguas residuales urbanas, así como que da la posibilidad de desarrollar estudios de salud pública a partir de los datos de contaminantes en aguas residuales. En este sentido, el rector ha afirmado que «su trabajo también está siendo útil para un seguimiento de la incidencia del SARS-CoV-2». Puy también ha hablado en su discurso del agua, «una de las grandes preocupaciones de la humanidad» y ha alertado de que la sobreexplotación, la contaminación y el cambio climático generarán graves problemas de escasez, sobre todo en países del sur, debidos a la inequitativa distribución del agua en el mundo. «Se calcula que en 2025 más de las dos terceras partes de la humanidad sufrirán algún estrés por falta de agua», ha dicho el rector. Puy, químico como Barceló, ha hecho un llamamiento a la responsabilidad de todos para preservar nuestras aguas y ha apuntado que es necesario trabajar en el reciclaje de agua, «porque es más rentable y fácil reciclar el agua dulce que la salada, reaprovechar -la y limpiarla para los distintos usos».