El fin del confinamiento supuso un aumento de visitantes en muchas de las pozas de Cataluña. Muchos de estos espacios se vieron afectados por una masificación de personas, hasta el punto de verse obligados a limitar sus accesos y aforos.
Dada esta situación, el Instituto Catalán de Investigación del Agua (ICRA) ha iniciado un proyecto con el objetivo de establecer un método que permita cuantificar el impacto de las actividades recreativas en las diferentes pozas de las Guilleries. Este proyecto, llamado Proyecto Guilleries, ha sido premiado con el premio investigación Guilleries 2020, otorgado por la Cátedra del Agua, Naturaleza y Bienestar y se ha desarrollado durante este verano. En las siguientes semanas se extraerán sus conclusiones.
Los profesionales de ICRA completaron un muestreo sobre el terreno los días 22, 23 y 24 de julio. Durante aquellos días se recogieron muestras de agua y biofilm de la entrada y salida de las 9 pozas más frecuentadas de la zona, así como de sus principales características físicas: caudal, profundidad o tamaño, entre otros. Sumado a esto, se han analizado los drivers de atracción de cada Gorga, con el fin de dar una explicación sobre cuáles son los espacios más frecuentados. Además, se contabilizó el número de visitantes, para poder relacionarlo con las muestras tomadas.
El proyecto pretende ser un referente metodológico para caracterizar el impacto en la calidad del agua y la biodiversidad fluvial de las pozas, relacionando el número de visitantes con el impacto, con el objetivo de poder determinar la capacidad de carga de las pozas, o sea, el número de visitantes que pueden disfrutar de la poza sin causar un impacto severo en las comunidades biológicas que viven en ella.